El origen del virus y el espíritu crítico

Decía lord Acton que las hipótesis son redes: solo aquel que las lanza puede cazar algo. De ahí que la audacia sea virtud, y no solamente en un científico —no creo en un Wissenschaftlersein que nos haga hablar de un científico como un tipo especial de persona. Si es la audacia virtud, vicio es la obstinación. Está bien proponer que el SARS-CoV-2 haya sido fruto de algún trabajo de ingeniería genética, deliberada o negligente, siempre y cuando uno esté dispuesto a abandonar o modificar esa hipótesis tras un poco de discusión.

20200305_COVID19_Nigeria_tree

Bastante revuelo se ha producido al unirse Luc Montagnier, virólogo galardonado con el Premio Nobel de Medicina o Fisiología de 2008 por el aislamiento e identificación del VIH, a las conjeturas de la modificación laboratorial como génesis del virus, el pasado 17 de abril. Con la concreción requerida para el caso, precisó que algunos segmentos del genoma del virus son sospechosamente similares al propio VIH, sobre el que él tanto ha trabajado. La audacia y las proposiciones vagas nunca se llevan bien.

Seguir leyendo El origen del virus y el espíritu crítico

¿Por qué lo llaman «pseudociencia» cuando quieren decir «estafa»?

O por qué el mito del riguroso método científico no ayuda: la amenaza de la pseudomedicina no procede de sujetos con discrepancias epistemológicas, sino de un negocio extremadamente rentable.

La crisis sanitaria provocada por un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, supone una oportunidad de oro para todos aquellos que se enriquecen con la llamada pseudomedicina. En ausencia de vacunas y de antivirales específicos, y viéndose colapsados los sistemas de salud de muchos países, una falsa esperanza es aún una esperanza. El alcance de numerosos tratamientos tan lucrativos como ineficaces, desaconsejados por un sencillo análisis de la evidencia, asusta en países tan poblados como India o China. Sirvan unos pocos vínculos: políticos indios recomendando homeopatía y yoga contra el coronavirus, pastillas de orina de vaca entre los hindúes, aceite de serpiente en China.

En esta fotografía publicada por la agencia noticiosa Xinhua, un farmacéutico procesa gránulos de la medicina tradicional china en el hospital provincial de Gansu especializado en este tipo de medicina, en Lanzhou, en la provincia noroccidental china de Gansu, el jueves 20 de febrero de 2020. La medicina tradicional china se ha utilizado ampliamente para combatir la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Medicina tradicional china, en un hospital especializado en la misma. Fuente: Fan Peishen/Xinhua

 

Los llamados escépticos se desgañitan, indignados, gritando: «¡Pseudociencia!» Pero… ¿es la distinción entre ciencia válida y pseudociencia la clave? ¿Es una cuestión de demarcación?

Seguir leyendo ¿Por qué lo llaman «pseudociencia» cuando quieren decir «estafa»?

Tu wrap, mejor sin PFAS

Supongamos que hay, al menos, dos formas completamente adecuadas de envolver con papel tu hamburguesa, tu kebab, tu wrap, tu perrito caliente o tu bocadillo. Con «completamente adecuadas» me refiero a un papel que no se rompa fácilmente, que no se pegue demasiado a tu comida, que no se quede pringado en la grasa del alimento, que no se fastidie por la humedad.

burger.jpg
No te fijes en la letra M. Esta entrada no acusa a ninguna compañía concreta.

Supongamos que una de esas formas implica utilizar unas sustancias que pueden difundirse a la comida y pueden causar, según indican algunos estudios, colesterol alto, cáncer de riñón, cáncer de testículo, enfermedades tiroideas, hipertensión en el embarazo y colitis ulcerosa. Romper los enlaces carbono-flúor de las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) no es tarea fácil, así que, aunque las cantidades sean muy pequeñas, pueden acumularse en nuestro humano cuerpo…

…y también en el ambiente, claro, porque no se da el caso de que los demás organismos vivos sean mucho mejores que nosotros a la hora de degradar estas macromoléculas. La estabilidad de las PFAS es tal que se han identificado en tejidos de osos polares del Ártico. Y sí, son indefectiblemente artificiales.

Seguir leyendo Tu wrap, mejor sin PFAS

Sumario cultural de mi 2017

Hace un año, formulé propósitos particularmente extraños: propósitos culturales. Porque si no te culturizas, al final acaba el año y te das cuenta de que no has hecho más que trabajar y disfrutar de la vida. Y eso es algo muy triste.

He aquí el resultado: una relación de 19 libros, 17 largometrajes, 17 videojuegos, 17 álbumes de música, 21 cursos o exposiciones, 19 espectáculos y 17 obras de ciencia. Insisto: tanto da que esas obras se confeccionaran o publicaran en 2017, en 1992 o en 1865; lo importante es que Roberto Aguado las ha disfrutado en 2017. ¡Allá voy!

good-year-1911507_640

Seguir leyendo Sumario cultural de mi 2017

El día que voté la Constitución

Al igual que Rajoy, dejó de contestar las preguntas de los periodistas, pero siguió saliendo en la pantalla. En 1978, no eran pocos los españoles que se preocupaban por su salud. Hoy en día, parece que algunos solo se acuerdan de Franco cuando hay subvenciones para encontrarlo.

Tengo 29 años, soy español y me dedico a la investigación. Pero el dato más sorprendente sobre mí es que, a pesar de todo ello, resido en España. Si eso no es patriotismo… ¡no sé qué puede serlo! Seguir leyendo El día que voté la Constitución

My words of gratitude to ICAN

According to Henry Kissinger, ninety percent of the politicians give the other ten percent a bad reputation. Likewise, bad Nobel Peace Prize winners sully the award itself, with Henry Kissinger being one of them. May I remind the reader that Gandhi, for instance, was never awarded?
In no way did I expect the International Campaign to Abolish Nuclear Weapons (ICAN) to win the prize. And it was nothing but deserved. Most journalists were keen to wager on Pope Francis, on the UN high commission for refugees, on the Saudi blogger Raif Badawi, on the Iranian foreign minister, or on ACLU, which would surely have annoyed Trump. Speaking of Trump, both he and Putin were nominated for the recognition, but that was already too much of a joke. It is only honest to admit that any of the aforementioned candidates, except for that pair of blond demagogues, could have been a good choice. Nevertheless, ICAN enchanted me three years ago, when I started supporting the campaign and included a permanent link in this blog. Seguir leyendo My words of gratitude to ICAN

My ode to cationic cellulose

A continuación, el resumen de mi tesis doctoral… en verso. Sí. The abstract of my PhD thesis in verse.

If you want to model cationization
To know the little secrets it hides,
Use a pseudo-second order equation.
Be sure to use some sodium hydroxide.

Alkali means more power,
Clearly boosts reaction rate,
Since crystallinity is lower
And reactivity is raised.

Seguir leyendo My ode to cationic cellulose

La sociedad abierta, la protección ambiental y Sonic

El pasado 13 de agosto, en medio de los eventos celebrados en Estados Unidos para protestar contra la vergonzosa violencia racista en Charlottesville, la imagen de un joven en Connecticut con una camiseta de Sonic se hizo muy popular en las redes. La prenda rezaba: «Sonic says NO to fascism and racism» («Sonic dice NO al fascismo y al racismo»). Claramente, la frase «Sonic says» está inspirada en la sección más educativa de la serie de animación Adventures of Sonic the Hedgehog. Aquí, por ejemplo, el erizo azul de Sega advertía contra el abuso sexual:

Después resultó que Tails era un genio que muy difícilmente habría escrito «Sonic sez», pero se lo perdonamos a los guionistas.

Seguir leyendo La sociedad abierta, la protección ambiental y Sonic

Richter, su digestor y yo

No siempre es fácil designar al principal artífice de que una industria sea en la actualidad lo que es. Suele haber tantas contribuciones con tanta importancia que, antes bien, los procesos industriales son el producto de un gran esfuerzo colectivo.

¿A quién habríamos de encumbrar, por ejemplo, como el científico o ingeniero más importante de la industria textil? ¿A John Mercer, por la mercerización? ¿A Joshua Heilmann, por su máquina para tejidos de algodón? ¿A Richard Roberts, por el hilado de lana? ¿A Heinrich Caro, por los pigmentos? ¿A John Whinfield y James Dickson, por el poliéster? ¿A Amancio Ortega, por ser nuestro héroe nacional que mantiene la sanidad pública?

OK, no.

En la industria de la pasta y el papel, responder a esa pregunta es más fácil. Ha habido muchas contribuciones importantes, qué duda cabe, pero casi toda la producción de pasta de celulosa en la actualidad está centrada en el ingenio de Johan Christopher Fredrik Carl Richter.

220px-portrc3a4tt_johan_richter
Johan Richter, ingeniero.

¿Y qué hizo este ingeniero noruego? Básicamente, se le ocurrió cómo convertir en procesos continuos una producción que parecía destinada a ser siempre por lotes. Cuando él era joven, las astillas de madera se cocían en un enorme reactor discontinuo, que después se descargaba, se limpiaba, y… ¡vuelta a la carga! Todavía es así en algunas plantas pequeñas, de esas que van cerrando año tras año en los países desarrollados. El caso es que parecía imposible que fuera de otra forma.  Seguir leyendo Richter, su digestor y yo

Blog del Dr. Roberto Aguado: ing. químico, novelista amateur, divulgador amateur, opinante amateur